William G. Morgan inventó el voleibol en el año 1895. Morgan era profesor de Educación Física en el YMCA de Holihoke, en el estado de Massachussets (USA).
Trabajando en la creación de programas y clases deportivas para hombres adultos, Morgan se dio cuenta de que necesitaba un juego de entretenimiento y competición. Por aquellos momentos solo disponía del baloncesto, que lo inventó 4 años atrás un compañero suyo de la YMCA, James Naismith. Buscaba algo más sosegado que principalmente lo jugaran hombres más adultos y no jóvenes, como era el caso del básquet.
El tenis se presentó en primer lugar ante mi, pero precisaba raquetas, pelotas, una red y demás equipo. De esta manera, fue descartado. Sin embargo, la idea de una red parecía buena. La elevamos alrededor de 6 pies y 6 pulgadas (1’98 m) del suelo, es decir, justo por encima de la cabeza de un hombre medio. Debíamos tener un balón y entre aquellos que habíamos probado, teníamos la vejiga (cámara) del balón de baloncesto. Pero se reveló demasiado ligero y demasiado lento; entonces probamos con el balón de baloncesto, mismo, pero era demasiado grande y demasiado pesado. De esta manera nos vimos obligados a hacer construir un balón de cuero con la cámara de caucho que pesara entre 9 u 12 onzas.
El creador del voley le puso como nombre a este nuevo deporte Mintonette, pero más tarde, en 1896, en una conferencia que dio en el Springfield College, el profesor Alfred T. Halstead le cambió el nombre. Viendo los movimientos de volea que hacia el balón, Halstead sugirió llamar al juego Volleyball, término que encantó tanto a Morgan como a los conferenciantes. ¡Y así se quedó!
¡Conoce a continuación parte de la historia del voley en España!
El voleibol en España
No fue hasta el año 1920 que el voleibol (por entonces llamado balonvolea en nuestro país) se empezó a practicar en las playas catalanas, influenciados por la Europa Occidental.
En 1925, la Escuela de Educación Física de Toledo editó la traducción del reglamento del voleibol que se estaba practicando en Europa en aquel entonces. Pasado el momento de la Guerra Civil, sin considerarse deporte, se empezó a practicar a nivel escolar. Pasados los años, las autoridades deportivas observaron que el balonvolea se practicaba por todo el territorio y que además era un deporte con federación internacional con muchos países afiliados y que se iba a incluir en el Comité Olímpico Internacional. Así que se propuso organizar oficialmente el balonvolea en España, creando federaciones provinciales. No obstante, no se creó una federación española de voleibol y lo que se hizo fue agregarlo a la Federación Española de Balonmano a la que perteneció en el periodo 1948-1950.
En 1950 la Delegación Nacional de Deportes le pide a la Federación Española de Baloncesto que se encargue del balonvolea, y aunque estos no lo aceptaron de buena gana, la Delegacion Nacional de Deportes determina que será la federación de baloncesto la que se encargará de organizar el balonvolea en España de manera provisional. En 1953 el Comité Directivo de la Federación Española de Baloncesto efectúa los trámites necesarios para afiliar su sección de balonvolea a la Federación Internacional de Voleibol.
En 1959, la Federación Española de Baloncesto manifestó que no podía realizar más esfuerzos por su sección de voleibol. En los últimos años había bajado el interés en este deporte y había habido una falta de organización en las Federaciones Provinciales. Así que tras una reunión entre la Delegación Nacional de Deportes, el jefe de Federaciones y el vicepresidente de la Sección de Voleibol y el presidente de la Federación Española de Rugby, se llegó a un acuerdo en el que se integraría la sección de voleibol dentro de la federación de Rugby, manteniendo la misma estructura que tenía hasta el momento.
A principios de la temporada 1959-1960, la Federación Española de Baloncesto comunicó que no se había realizado la marcha a la Federación Española de Rugby, por lo que el deporte seguía en la situación anterior al acuerdo. Y en diciembre de 1959, la Delegación Nacional de Deportes decide crear la Federación Española de Balonvolea y en enero de 1960 quedó constituida en su primera reunión como órgano federativo.