Resulta curioso y enigmático sumergirse en el origen del donut, delicioso alimento presente en desayunos y meriendas, que tuvo sus orígenes en el norte de Europa durante la edad media (siglo VI). Aunque ciertamente, por aquel entonces, era algo indigesto por la falta de elementos de cocción adecuados.
Por otra parte, también se han encontrado rosquillas fosilizadas en asentamientos de la era pre-histórica en la zona suroeste de los Estados Unidos. Este descubrimiento ha desconcertado aún más sobre el nacimiento de la rosquilla.
De todos modos es importante destacar que la receta original, tal y como la conocemos hoy en día, tuvo sus comienzos en Holanda durante el siglo XV aunque en aquel entonces, sólo tenía la forma de bollo o buñuelo. Esto trajo un enorme problema pues, durante su cocción la masa no se cocinaba en forma homogénea dejando particularmente su centro crudo e indigesto.
Para dar solución a este problema comenzaron a rellenar el centro de las rosquillas con nueces. Esto le atribuyó el nombre de “dough nut” que significa “pasta de nueces”. No obstante, la solución definitiva no llegó hasta el año 1847, cuando un marinero llamado Hanson Gregory tuvo una brillante idea. El descubrimiento consistió en realizar un agujero en el centro de la rosquilla con la ayuda de un pimentero formando el tradicional hueco de las donas que conocemos hoy en día. De allí en más la cocción de la rosquilla sería más homogénea y su sabor más agradable.
Esta versión fue contada por el mismo Hanson al periódico “The Washington Post” en el año 1916, aunque algunos rumores afirman que verdaderamente este invento se le debe atribuir a la madre de Hanson, quien era la encargada de manipular las masas crudas para que luego sean cocidas arriba del navío.
Entre su descubrimiento y hasta principios del siglo XX la elaboración de las rosquillas era en forma artesanal. Fue precisamente en el año 1920 que Adolf Levitt, un pastelero recién llegado de la Rusia comunista, observó importantes ganancias en la industrialización de las rosquillas y las patentó. Poco tiempo después ya se encontraba disfrutando de un invento que le dejaría ganancias anuales de alrededor de25 millones de dólares.