Seguro que en más de una ocasión has oído la expresión «hacerse el sueco«, que significa fingir no enterarse de algo. Ésta tiene su origen, según diversos estudios, a finales del siglo XIX, cuando los marineros suecos llegaban a puertos andaluces para cargar vino o aceite.
No obstante, otras fuentes afirman que «hacerse el sueco» viene del boom turístico que vivió España entre las décadas de los 50 y 60, donde gentes rubias y de tez clara comenzaron a visitar nuestras playas. Fueran unos u otros los responsables de su existencia, se dice que, aprovechando el desconocimiento del idioma, entendían solo aquello que les interesaba, tal y como suele hacer mucha gente hoy día.
Pero aún hay más; otra hipótesis plantea que el modismo no se refiere al gentilicio de Suecia sino a la voz latina soccus, «zueco«, calzado que utilizaban los cómicos en el teatro romano clásico para destacar su estatura. El soccus era el calzado que llevaban pues aquellos personajes graciosos, torpes o lentos a la hora de comprender algo.